Se trata del envero, que es el momento en el que las uvas comienzan a tomar su coloración característica.
En variedades tintas, tornan a colores violáceos hasta casi negros, mientras que en las blancas se vuelven amarillas.
En variedades tintas, tornan a colores violáceos hasta casi negros, mientras que en las blancas se vuelven amarillas.
A partir de este momento las uvas deben su coloración a la materia colorante es decir a los antocianos; hasta ahora las bayas eran de color verde, debido únicamente a la clorofila.
El envero es el punto de transición entre el crecimiento de la uva y su maduración, y a partir del envero se puede determinar la fecha de vendimia, unos 40-50 días después del envero.
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